WhatsApp y la seguridad
En el blog Security by default vemos cómo ha sido aceptablemente fácil para alguien con conocimientos de informática acceder al número (estimado) de usuarios de WhatsApp en España así como a sus actualizaciones de estado, algo que, en teoría, no debería saberse a no ser que tengas a esa persona como contacto.
Cómo arreglarlo
A los creadores de Security by default no se les ocurre una buena forma de mejorar la seguridad basándose en la aplicación. Según comentan:
“El problema de la aplicación es que está muy mal diseñada desde el principio. Nadie pensó en la seguridad y ahora lo están pagando. Están ‘muriendo’ de éxito”.
Así pues, a no ser que los creadores de WhatsApp decidan focalizar sus esfuerzos en arreglar eso, no parece que se vayan a solucionar estos problemas. Y no son los únicos. Por lo visto, también es factible suplantar una identidad en la aplicación.
La seguridad no importa
Deberíamos estar preocupados por que nuestras conversaciones fueran intervenidas por alguien, pero realmente es algo que a muy poca gente le quita el sueño. El que se convirtiera en una aplicación de pago seguramente generaría muchísimo más rechazo que estos problemas. Ya hablamos en profundidad de esta aplicación en el tercer podcast de bemoob.
A esto hay que sumarle el problema de las cadenas falsas y la viralización de cualquier inconveniente de la red.
La competencia
Bajo este panorama es posible que Joyn, la versión de WhatsApp de las operadoras, tenga una opción siempre que no se establezca como la versión de pago de WhatsApp al menos al principio. No obstante es crucial que la seguridad sea algo más importante para las operadoras, aunque sea por el miedo a la judicialización de estos fallos informáticos.
En el momento en el que haya alternativas claramente más seguras estará en las manos de los usuarios el cambiar, o no, de plataforma, ¿tú lo harás?
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