¿Os imagináis un coche al que no se le pudieran cambiar las ruedas y que, cuando estas se gastasen, hubiera que enviarlo al desguace? Resultaría inaceptable. Sin embargo, algo similar ocurre con infinidad de equipos electrónicos y, curiosamente, los usuarios lo ven como algo normal.
Nivel: Básico
Desde los años 30 del pasado siglo comenzó a manejarse en la industria el concepto de laobsolescencia programada. Esto es, la capacidad de crear productos con una vida útilestimada preestablecida y, por lo general, no demasiado larga. Gracias a ello, los consumidores nos vemos obligados a renovarlos en un tiempo más o menos determinado, permitiendo que la rueda del consumo nunca se pare.
Como cuenta el famoso documental
Comprar, Tirar, Comprar, esto comenzó a aplicarse en elementos como bombillas o medias, pero hoy en día es una práctica generalizada a todos los niveles e industrias. El principio es fácil: si los ingenieros creasen
productos tan buenos que durasen demasiados años, las compañías
venderían muchos menos productos nuevos y, consecuentemente, dejarían de ingresar el montante de dinero que ingresan. Éste es el documental:
Defensores y detractores
Sin embargo, las cosas no son tan sencillas. Los defensores de esta práctica aducen que esteconsumo programado impulsa el desarrollo, la generación de I+D y la innovación, algo que en el caso de la electrónica es especialmente notable, pues cada pocos meses tenemos nuevas gamas repletas de mejoras.
Los detractores, por su parte, recuerdan el ingente cantidad de material de desecho que generamos con este sistema (muchos difícilmente reciclables) y su inviabilidad a largo plazo para el medio ambiente si se mantiene el ritmo actual. Además, recuerdan algo que para muchos pasa desapercibido: la pérdida del negocio de las reparaciones. Hace muchas décadas, cuando los televisores duraban 20 años o más, existía un floreciente sector de reparación que se encargaba de arreglar los aparatos electrónicos por una pequeña suma.
Al final, ese modelo no estaba tan mal planteado. Los electrodomésticos y equipos electrónicos eran tremendamente caros, pero su vida útil era muy larga y cuando se estropeaban simplemente se reparaban. Los fabricantes ganaban (precios de venta altos y margen en los repuestos), los usuarios también (la renovación de los aparatos se alargaba mucho) y el medio ambiente sin duda, pues se generaban muchos menos residuos.
Reparar o comprar
En cambio, hoy día las cosas son muy diferentes, especialmente en el mundo de la informática y electrónica. Dejando de lado la obsolescencia que produce la industria del software (que obliga a reemplazar PCs o consolas por otros más potentes incluso cuando los antiguos funcionan perfectamente), vamos a ver qué podemos hacer como consumidores responsables con el hardware.
El tópico es que, en general, sale más caro reparar que comprar un nuevo producto, aunque esto no siempre es así. Hay muchas operaciones que, si somos capaces de acometer por nuestra cuenta, pueden costarnos unos simples euros. Otras circunstancias requerirán acudir a unservicio técnico, aunque en este caso también podemos encontrarnos con la sorpresa de que la reparación compensa.
Veamos, en base a grupos de productos, los principales problemas que podemos encontrar y las opciones que tenemos para repararlos sin necesidad de tirarlos.
Máquinas de sobremesa
Consejo 1. Hardware básico
Si algo distingue a los
PCs de sobremesa es que, salvo modelos compactos o un tanto especiales, sus posibilidades de reparación son casi infinitas. En caso de fallo de la
placa base, es relativamente sencillo encontrar placas compatibles en tiendas de electrónica,
eBay,
Segundamano y otros lugares de
compraventa de piezas. Ocurre lo mismo con procesadores, módulos de RAM, tarjetas gráficas, discos duros, unidades de CD/DVD e incluso ventiladores, que podemos encontrar en tiendas de componentes como
www.acuista.com o
www.optize.es.
Puede que, si nuestro PC es muy antiguo, nos cueste más de lo habitual localizar la pieza adecuada. Por suerte, Internet es una fuente inagotable de recursos y suele ser fácil encontrar aquello que buscamos con hacer unas consultas en algún motor como Google o buceando en eBay. Lo peor que puede pasar es que la pieza que consigamos no sea nueva, aunque no es un problema demasiado grande en la mayoría de las ocasiones. Tan solo los discos duros pueden darnos algún quebradero por la menor fiabilidad de uno usado, aunque siempre podemos encontrar adaptadores que permitan conectar discos modernos Serial ATA en antiguas placas IDE, por poner un ejemplo.
Por último, respecto a los ventiladores, es importante recordar que las tiendas de electrónica pura y dura suelen disponer de ventiladores en todos los formatos y tamaños. En caso de que sea complicado encontrar uno en el ámbito de la informática, siempre podemos optar por buscar uno que se adapte en una tienda de electrónica. Al fin y al cabo gran parte de los utilizados en los PCs de sobremesa tienen medidas estándar que podemos encontrar fácilmente.
Consejo 2. Fuente de alimentación
Este elemento es también, por lo general, fácilmente reparable. Si tenemos conocimientos avanzados de electrónica, es sencillo sustituir un condensador que haya estallado o una resistencia dañada, y el precio de estos componentes es muchas veces ridículo (a veces de céntimos).
Si no contamos con conocimientos avanzados, siempre podemos recurrir a Internet, donde una simple búsqueda en Google puede ayudarnos a encontrar manuales con los que enfrentarnos a esta tarea con algo de ayuda. En el peor caso, una fuente ATX básica cuesta unos 30 euros y su sustitución es realmente asequible.
Consejo 3. Pantalla TFT
Las pantallas TFT suelen ser más sencillas de remendar de lo que parecen. Habitualmente, se produce un error en el encendido de la retroiluminación que, en el mayoría de los casos, viene motivado por un defecto en el inverter, el componente encargado de suministrar el impulso de energía que hace que las lámparas de retroiluminación se enciendan.
En la Red disponemos de
tutoriales para realizar esta tarea y webs de repuestos (
ww.lcdparts.net o eBay), donde por unos pocos euros tendremos la pantalla operativa de nuevo. Esto es importante porque, si hablamos de monitores más económicos o antiguos, puede que el desembolso que conlleva acudir a un
servicio técnico sea poco rentable por el coste de la
mano de obra.
Consejo 4. Teclado y ratón
Terminando con los equipos de sobremesa, llegamos a los problemas más comunes de teclados y ratones asociados al uso y especialmente relacionados con la limpieza. En teclados podemos levantar con cuidado las teclas (encajan a presión), y aspirar toda la suciedad que encontremos debajo. En ocasiones, un simple clip o grapa puede inutilizar ciertas teclas. Con la barra espaciadora o la tecla Intro, también es típico el hecho de que se salga la pieza metálica que las hace bascular. Frente a ello levantar la tecla y volver a montarla con un poco de paciencia y cuidado puede permitirnos arreglarlas y seguir trabajando.
En cuanto a los ratones, la limpieza vuelve a ser el principal caballo de batalla, sobre todo si aún integran bola. Para los ópticos una buena higiene puede acarrear que mejoren la precisión y calidad de los movimientos.
Los ordenadores portátiles
Consejo 5. Hardware interno
A diferencia de los sobremesa, en los
portátiles las cosas se complican bastante a la hora de
sustituir componentes hardware internos que se han deteriorado por el paso del tiempo. Podremos encontrar sin problemas
módulos de RAM SO-DIMM,
discos duros de 2,5” e incluso
unidades ópticas en eBay y tiendas de recambios on-line (como
www.optize.es o
www.piezasypartes.es), pero poco más.
Tanto la placa base, con todos sus componentes integrados, como los ventiladores suelen diseñarse más o menos a medida para cada familia de portátiles. El resultado es que, muchas veces tendremos que acudir al propio fabricante del equipo para solicitar el repuesto y aquí llegará la sorpresa. Una placa puede costar muchos cientos de euros, lo que en equipos antiguos puede suponer que sea preferible comprar uno nuevo.
Consejo 6. Pantallas
El asunto del inverter y el fallo de la retroiluminación es también habitual en los portátiles, aunque incluso más normales son las roturas de pantalla por una caída. Aquí, la restauraciónes más complicada que con las TFT de sobremesa, sobre todo porque en muchos casos los elementos vienen integrados.
No obstante, hay multitud de sitios en la Nube que nos brindarán la oportunidad de conseguir una pantalla para nuestro equipo (
www.piezasypartes.es o
www.lcds4less.com), la cual es posible sustituir sin demasiados problemas. Eso sí, hay que
desmontar el portátil con cuidado y pericia. Los precios de una pantalla de recambio parten de los 70-80 €, aunque depende mucho del tamaño y modelo exacto.
La
batería es, sin duda, el elemento que antes tendremos que cambiar en cualquier portátil y cuya sustitución resulta más elemental. Es factible recurrir al fabricante, aunque podemos llevarnos un susto. Por ello, conviene visitar páginas como
www.bateriasportatil.es, donde encontrar baterías para prácticamente cualquier modelo (incluso los más antiguos) y comprar una original o compatible por un precio muy ajustado.
Sucede igual con los
transformadores: tenemos modelos compatibles en webs como
www.tucargadordeportatil.com o
www.piezasypartes.es a un precio más ajustado que los originales del fabricante. Además, siempre queda la opción de comprar uno compatible
multivoltaje que venden en tiendas de electrónica e informática. Esta clase de alimentadores permiten seleccionar el voltaje de salida y diferentes conectores, por lo que, aunque más voluminosos, se adaptan a cualquier modelo.
Equipos de impresión
Consejo 8. Contador interno
Ya es un clásico el
contador interno que incluyen ciertas
impresoras de Epson y que, tras superar un determinado número de páginas impresas, hacen que la máquina se detenga, muestre un mensaje de error y tengamos que llevarla al especialista. Oficialmente esto ocurre cuando se detecta un
fallo grave en la máquina o alguna pieza no remplazable falla.
Lo cierto es que en Internet tenemos infinidad de
tutoriales que cuentan como resetear este contador de páginas y limpiar los mensajes de error (
por ejemplo) gracias a una utilidad llamada
SSC Service Utility.
Con otras máquinas no es tan notorio, aunque en prácticamente todas existen métodos pararesetear los mensajes de error que muchas veces se producen y bloquean la impresora obligándonos a acudir al servicio técnico.
En ciertos modelos de
HP, por ejemplo, ante un bloqueo de la máquina o problema con el
cabezal se produce uno de estos errores graves. Buscando en la Red por el modelo concreto, es posible localizar las
combinaciones de teclas utilizadas por los servicios técnicos de la marca para lograr limpiar el error, hacer un reseteo de la máquina y, en casos de avería puntual, hacer que vuelva a funcionar sin problemas.
Consejo 9. Cabezales
En lo que respecta a las impresoras con tecnología de inyección de tinta es muy habitual ver cómo, por falta de uso, algún cabezal comience a imprimir mal, presente rayas o directamente no expulse tinta. En estas situaciones, además de ejecutar las tareas de limpieza del controlador, debemos imprimir un par de páginas completas a color (negro, cyan, amarillo o magenta, según sea el cabezal con problemas) creando un recuadro desde el mismo Word que obligue al cabezal a trabajar de manera intensiva y, en no pocas ocasiones, termina eliminando el residuo seco y funcionando de nuevo.
En los casos más persistentes, tenemos la opción de desmontar el cabezal (si el diseño lo permite), depositar un par de milímetros de alcohol en un plato o recipiente pequeño, y colocar el cabezal sobre él. De esta manera, dejaremos sumergida en alcohol durante 5-10 minutos la zona de impresión, sacándola con cuidado y secándola con extrema precaución con un trapo que no suelte pelusa, siempre presionando y no arrastrando el trapo por la superficie. La mayor parte de las veces, esta solución suele evita cambiar cabezales y permite seguir trabajando sin problemas.
Consejo 10. Alimentación
Otra incidencia clásica de las impresoras se da en las
gomas de arrastre que alimentan el papel. Hallar recambio para ellas no siempre es fácil si se trata de modelos baratos o de gama baja, aunque en el caso de las máquinas más caras (sobre todo láser) es relativamente sencillo de conseguir un
kit de reparación de fabricantes como HP,
Lexmark o Epson.
Aun así, antes de lanzarnos a buscar las gomas y, peor todavía, a desmontar la impresora (suele ser una tarea bastante ardua), comenzaremos por aplicar vaselina sobre la goma. Tras dejar que la absorba durante unos minutos, limpiaremos las gomas con un trapo para eliminar la vaselina sobrante e imprimiremos unas cuantas páginas (al principio pueden aparecer manchadas). En muchas ocasiones, esta sencilla operación es suficiente para volver a tener la impresora en perfectas condiciones.